La circulación peatonal y de automóviles, en su punto más intenso, es una escena apropiada para pensar en el lugar que un cuerpo ocupa en el espacio público. La calle, en hora punta, es la reunión de millones de experiencias singulares, negociando espacios en cada segundo que transcurre intentando seguir instrucciones -¡Pare! ¡Sobrepare! ¡Avance!-, o creando también caminos y reglas propias, compartiendo, enfrentando, transgrediendo y así conviviendo en un mismo lugar. La prioridad será usualmente llegar al destino marcado, y los espacios que se recorren para este propósito son lugares de paso. Ese "estar y no estar" en las calles resulta en una falta de reconocimiento hacia el espacio por el que se circula, las dinámicas sociales que lo constituyen y el lugar que ocupa la otra y el otro. Esta falta de reconocimiento se relaciones a los muchos tipos de violencia que son parte de la experiencia en la calle. Sin embargo, más allá de las etiquetas la calle puede puede ser uno y mil lugares a la vez y su identidad se conforma a partir de los desplazamientos y las relaciones que se generan en la misma: toda presencia es movimiento y transformación.

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Alto Tránsito es parte de una exploración a cargo de 5 artistas de los límites entre lo permanente y lo cambiante, basándose en sus experiencias en el espacio público actual de la ciudad. Una investigación colectiva, exposición y espacio de conversación que busca aprehender la ciudad y sus dinámicas, habitándola y resignificándola desde las propias historias, trayectos y encuentros.

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Andrea Elera